Cruz del Eje tiene sus raíces en la época precolombina, cuando la región estaba habitada por los comechingones. En 1571, se estableció en estas tierras una reducción de indios llamada "Pueblo de Indios de Cruz del Eje", que da origen al nombre actual de la ciudad. Su ubicación estratégica en el valle del río Cruz del Eje favoreció el asentamiento y desarrollo posterior.

Período Colonial
Durante el período colonial, Cruz del Eje se desarrolló como un importante centro agrícola y ganadero. La construcción de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario en el siglo XVIII se convirtió en el núcleo religioso de la comunidad. Las familias coloniales establecieron estancias y desarrollaron la cría de ganado, especialmente vacuno y caprino.
Independencia y Siglo XIX
Durante las luchas por la independencia, Cruz del Eje aportó hombres y recursos a la causa patriota. La región sirvió como punto de abastecimiento y paso obligado para las tropas que se dirigían hacia el Alto Perú. Varios cruceejeños participaron en las campañas libertadoras bajo el mando de San Martín y Belgrano.
La llegada del ferrocarril Central Córdoba en 1891 marcó un hito fundamental en el desarrollo de la ciudad. Esta conexión ferroviaria transformó a Cruz del Eje en un importante nudo de comunicaciones, facilitando el transporte de productos agropecuarios hacia los grandes centros urbanos y conectando la región con el resto del país.

Siglo XX y Modernización
El siglo XX consolidó a Cruz del Eje como cabecera del departamento homónimo. Se construyeron edificios emblemáticos como el Palacio Municipal, escuelas, el hospital y diversos edificios públicos que caracterizan el perfil urbano actual. La economía se diversificó con el desarrollo de la industria olivícola, la cría de cabras y la producción de quesos artesanales. La creación de cooperativas agrícolas y la modernización de las técnicas productivas impulsaron el crecimiento económico regional.
La Capital Nacional del Olivo
Cruz del Eje se ha consolidado como la "Capital Nacional del Olivo", reconocimiento que refleja la importancia de la olivicultura en la región. Las condiciones climáticas y del suelo del valle son ideales para el cultivo de aceitunas, convirtiéndose en una de las principales zonas productoras de aceite de oliva extra virgen de Argentina. Los olivares centenarios que rodean la ciudad son testigos de una tradición que se remonta a las primeras décadas del siglo XX.

Cruz del Eje Contemporáneo
Hoy, Cruz del Eje es una próspera ciudad de aproximadamente 30,000 habitantes que combina su rico patrimonio histórico y cultural con un desarrollo económico sustentable basado en la agricultura, ganadería, turismo rural y la industria olivícola. El turismo olivícola y rural se ha desarrollado significativamente, con circuitos que permiten conocer los establecimientos productores y degustar aceites de calidad superior.




